Un espacio de trabajo organizado e iluminado

Optimiza tu Espacio de Trabajo en Casa

Aunque en las oficinas los espacios de trabajo no siempre se ajustan a las necesidades individuales, en ocasiones suelen ser mejores que los espacios de trabajo en casa, pues en casa tendemos a configuraciones improvisadas donde la tranquilidad, la iluminación adecuada y la ergonomía brillan por su ausencia.

Sin embargo, ¡no todo está perdido! Optimizar tu espacio de trabajo en casa es esencial para maximizar tu productividad y bienestar. En esta nota, te ofreceremos consejos prácticos para transformar tu rincón de trabajo en un lugar acogedor, eficiente y motivador. 

Descubre cómo hacer que tu espacio en casa supere a las oficinas en comodidad y funcionalidad.  👇

Una espacio de trabajo con un escritorio organizado, una computadora, una silla gernecial y buena iluminación.

Configurar un espacio de trabajo ergonómico es esencial para tu comodidad y salud mientras trabajas.

En un estudio de revisión titulado "Pros y contras del teletrabajo en la salud física y mental de la población trabajadora: una revisión narrativa exploratoria" se ha descubierto que los riesgos para la salud física de quienes trabajan desde casa incluyen factores ergonómicos.

Estos factores están vinculados al diseño del entorno laboral y a características físicas como iluminación, ventilación, nivel de ruido, equipamiento informático y mobiliario, en particular, la mesa y la silla de trabajo. Estos elementos desempeñan un papel fundamental en la comodidad y el bienestar de las personas que realizan teletrabajo.

Por lo tanto, es de vital importancia reconocer que un entorno de trabajo bien configurado ejerce una influencia significativa en la productividad y el bienestar de aquellos que desempeñan sus labores desde casa.

La comodidad, la ergonomía y la calidad del entorno físico no solo impactan positivamente en la eficiencia laboral, sino que también contribuyen a un mayor equilibrio entre la vida laboral y personal, lo que resulta en una experiencia de teletrabajo más satisfactoria y saludable.

Aquí tienes algunos consejos:

Silla ergonómica: Ajusta la silla para que tus pies estén planos en el suelo o en un reposapiés. Asegúrate de que tu espalda esté bien apoyada.
Mesa o escritorio ajustable en altura: Debe permitirte trabajar tanto sentado como de pie. Ajusta la altura de la mesa para que tus codos estén cerca de un ángulo de 90 grados.
Monitor a la altura de los ojos: Utiliza un soporte para monitor ajustable para que la parte superior de la pantalla esté a la altura de tus ojos. Evita mirar hacia abajo o hacia arriba durante largos periodos.
Teclado y ratón: Coloca el teclado y el ratón cerca de tu cuerpo y a la misma altura. Utiliza un teclado externo si es necesario. Mantén tus muñecas en posición neutra.
Iluminación adecuada: Asegúrate de tener una iluminación adecuada, preferiblemente luz natural o una lámpara LED de luz natural para reducir la fatiga visual.
Organización: Utiliza organizadores de escritorio para mantener tus suministros cerca y ordenados. Evita tener que estirarte o torcerte para alcanzar cosas.
Descansos y movimiento: Programa pausas regulares para levantarte, estirarte y moverte. El movimiento es esencial para la salud ergonómica.
Filtro de aire: Si es posible, considera un filtro de aire para mantener el ambiente limpio.
Decoración y plantas: Agregar elementos decorativos y plantas puede hacer que tu espacio sea más agradable y relajante.

Recuerda ajustar tu espacio de trabajo según tus necesidades personales y hacer cambios si experimentas molestias. Un espacio ergonómico puede aumentar tu productividad y bienestar.

Ahora que hemos establecido la importancia de un entorno de trabajo favorable para la productividad y el bienestar, es crucial considerar algunas prácticas a evitar al trabajar desde casa.

Trabajar en la cama: Evita trabajar desde la cama, ya que esto puede afectar tu postura y hacer que sea difícil desconectar del trabajo.
No tener un espacio designado: Trabajar en cualquier lugar de la casa puede ser caótico y poco productivo. Establece un lugar específico para tu oficina en casa.
No seguir un horario: Trabajar sin una estructura de tiempo puede llevar a largas jornadas laborales y agotamiento. Establece un horario y respétalo.
No vestirse adecuadamente: Vestirse como si fueras a la oficina, aunque estés en casa, te ayuda a mantener la mentalidad de trabajo.
Distraerse con tareas domésticas: Evita hacer tareas del hogar durante las horas de trabajo. Programa tiempo específico para ellas.
No tomar descansos: Trabajar sin pausas puede disminuir la productividad y aumentar la fatiga. Programa descansos cortos para recargar energías.
No mantener la comunicación: Asegúrate de mantener una comunicación regular con colegas y jefes. La falta de comunicación puede llevarte al aislamiento.
No tener límites: Establece límites claros entre el trabajo y la vida personal. Apaga el trabajo cuando termine tu jornada laboral.
Ignorar la ergonomía: No descuides la configuración ergonómica de tu espacio de trabajo. Puede tener un impacto negativo en tu salud a largo plazo.
No invertir en tecnología adecuada: Asegúrate de tener una computadora y conexión a internet confiables para evitar retrasos y frustraciones.

En conclusión, transformar tu hogar en un espacio de trabajo funcional no solo implica la elección de muebles y accesorios adecuados, sino también la adopción de hábitos que fomenten la productividad y el bienestar.

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¡Trabajar desde casa nunca había sido tan fácil y estilizado!